Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura ha reclamado cambios en el seguro de cereza que se adapten a las condiciones de las pequeñas explotaciones, ya que solamente el 2 por ciento de estas tienen asegurados sus cultivos debido al "desequilibrio" existente entre su coste y las garantías que ofrecen dadas las particulares características del sector.
Un estudio realizado por la agrupación de cooperativas desvela que solamente 63 de los 3.500 socios de la Agrupación Valle del Jerte tiene contratado un seguro, una cifra que se eleva hasta el 5 por ciento en el conjunto de las explotaciones de este cultivo en la región.
Un dato que supone además un descenso superior al 7 por ciento con respecto a la campaña anterior a pesar de que ésta tuvo una elevada siniestralidad, por encima del 140 por ciento.
La unión de cooperativas considera "urgente" una modificación de las condiciones del seguro actual, dado que este se encuentra en "desequilibrio técnico", de tal forma que permita la entrada en el sistema de nuevos asegurados.
Las explotaciones de cerezas son diseñadas para ser recolectadas durante tres meses, con lo que mantienen una dispersión del riesgo "mayor", señala la unión de cooperativas en el último número de su revista, recogida por Europa Press.
De esta forma "si lo asegurable no es subsidiable, de ninguna de las formas podemos decir que el seguro de explotaciones de cereza es 'asegurable' cuando es rechazado por el 98 por ciento de los socios de la Agrupación".
En su informe, se destaca además que la producción de cereza en el Valle del Jerte se prolonga durante tres meses, entre principios de mayo y finales de julio, de modo que "si el principal problema de la cereza es la lluvia, no se entiende que las explotaciones heterogéneas, con los cuatro grupos varietales y con parcelas situadas en distintas zonas, tengan la misma prima que explotaciones con el riesgo concentrado con apuesta por un único grupo varietal".
Por tanto, el objetivo del informe de Cooperativas Extremadura es buscar "un equilibrio entre unos costes de seguros razonables y unas garantías verdaderas, donde se cubran los daños principales de la cereza, como son las lluvias nivel de explotación y el granizo a nivel de parcela".