PLASENCIA.
Por iniciativa del rey Alfonso VIII, se fundaría en plena frontera
Bélica entre las tropas cristianas y musulmanas la ciudad de Plasencia en el año 1186.
Ciudad de realengo hasta 1442, paso a manos de Pedro de Zúñiga por concesión del rey Juan II
con el titulo de condado, hasta que en 1488, por deseo de su concejo
y de la nobleza que formaban el gobierno municipal, contrarios al Duque Álvaro de Zúñiga,
la ciudad pasaría a los Reyes Católicos.
Dos años después de su fundación en 1186, Plasencia dispondrá de sede obispal,
Obispado que siglos después ampliaría el viejo templo catedralicio románico,
construyendo la Nueva Catedral a lo largo del siglo XVI.
Plasencia, con el paso de los siglos, se fue convirtiendo en lugar habitual de transacciones agrícolas,
comerciales y ganaderas, guardando entre sus tradiciones medievales, atractivas ferias y fiestas
y singulares mercados como el que se celebra a principios del mes de agosto con el nombre de Martes Mayor,
declarado Fiesta de Interés Turístico Regional.
GASTRONOMÍA
Entre los diversos platos típicos destacan el cabrito, caldereta extremeña
y las migas junto con las truchas en escabeche y tencas,
pudiendo disfrutar de gran variedad de dulces como
perrunillas, pestiños y mermeladas.