- Rafa Mateos: “Cáceres no se entiende sin su querida Virgen de la Montaña, ni la Virgen de la Montaña sin Cáceres”
- En el acto por el Centenario de la Coronación, el alcalde destaca los lazos que unen a muchos cacereños y cacereñas con la patrona
El alcalde de Cáceres, Rafa Mateos, ha destacado la unión de la Virgen de la Montaña con la ciudad, “y durante estos días que la he acompañado en distintos traslados, he podido comprobar una vez más que Cáceres no se entiende sin su querida Montaña, ni la Montaña sin Cáceres”, y la ciudad la ha acompañado “por tantas razones como formas de entender la vida, pero siempre con respeto y con generosidad”.
Así lo ha señalado el regidor municipal en el acto de recibimiento a la Virgen de la Montaña, en el salón de plenos del Ayuntamiento, con motivo del I centenario de la Coronación Canónica “un momento tan emotivo para este Ayuntamiento y para la historia de la ciudad. Por razones obvias, no viviremos un nuevo centenario, así que efectivamente, podemos decir que vamos a compartir un momento irrepetible”.
Esta es la casa de todos los cacereños y cacereñas, ha manifestado, “así que es bonito pensar que todo ese cariño, toda esa alegría, ese sentimiento que la Virgen despierta en la ciudad es correspondido hoy con este gesto”; y ha agradecido a la Cofradía de la Montaña “por hacerlo posible”.
También ha agradecido a todos los trabajadores del consistorio “que han cuidado cada detalle para que hoy este salón, la escalinata, el balcón… Todo luzca de un modo especial. Soy consciente del esfuerzo que ha supuesto, pero también que lo habéis hecho con la mejor de vuestras intenciones, con todo el mimo posible”.
Mateos ha recordado que estos días ha acompañado a la Virgen en distintos traslados, “he podido comprobar una vez más que Cáceres no se entiende sin su querida Montaña, ni la Montaña sin Cáceres. Hay quien la quiere acompañar por la fe que le profesa, otros por tradición, por respeto, por el folklore que muchas veces le arropa, por los recuerdos familiares que uno tiene, por las visitas al santuario de muchos domingos, por la ilusión que despierta en nosotros, porque estar junto a ella te lleva a parar, a hacer un pequeño paréntesis… Por tantas y tantas razones como formas de entender la vida. Siempre con respeto y con la generosidad de un pueblo como el cacereño”.
Lo que estamos viviendo en este centenario de su coronación, ha resaltado Mateos, “es una muestra evidente de los lazos que unen a muchos cacereños y cacereñas con nuestra querida patrona. Os animo a todos a seguir disfrutando de este sentimiento, más allá de las creencias personales. La cita más inmediata, la procesión Magna de mañana, seguro nos dejará en la memoria colectiva nuevas historias que contar a las siguientes generaciones…”
El obispo de Coria- Cáceres, Jesús Pulido, ha destacado que “hoy veo a la Virgen particularmente contenta porque aquí se siente la matrona de todos los cacereños, de los que la dicen madre y de los que no se lo dicen, porque es la madre de todos. Aquí quiere dejar su huella de madre, y que de alguna forma contribuya a que todas las deliberaciones y todo lo que aquí decidan esté movido por ese amor materno y esa solicitud por todos, especialmente por los más necesitados”.
El Mayordomo de la Real Cofradía de la Virgen de la Montaña, Joaquín Floriano, ha señalado que “la Virgen ha recorrido prácticamente toda la ciudad, donde no ha llegado nunca; ha ido como madre, sembrando esperanza, consuelo, y ha ido para estar presente donde hubiera un cacereño que la necesitara. Ha recogido todas las peticiones de todos los cacereños, y hemos pensado que el mejor sitio para el último día de peregrinaje era la casa de todos, para que quien quiera escuchar, escuche, y ella pudiera poner a vuestros pies todas las peticiones”, añadiendo que “nosotros hemos puesto en manos de los cacereños a la Virgen de la Montaña para que le hagan esas súplicas, vosotros ahora sois los encargados de recogerlas”.
En el acto han participado miembros de la corporación, empleados municipales y autoridades civiles y militares. Se ha iniciado con una ofrenda foral por el alcalde Rafa Mateos, y después la oración de bienvenida a cargo del padre Fernando Alcázar.
Asimismo han participado las niñas Vega Pascual Blanco y Celia Cáceres Rodríguez, alumnas del colegio Dulce Chacón y del Licenciados Reunidos, en representación de todos los colegios de la ciudad que después han arropado a la Virgen en la Plaza Mayor, que le han dedicado unas palabras.
El acompañamiento musical ha corrido a cargo de Fernando y Carmen Agúndez Oso, profesores del Conservatorio Oficial de Música Hermanos Berzosa, que han interpretado El Redoble para concluir el acto.